Zaid Nibani (1º
de Bachillerato) quiere compartir con nosotros su experiencia en la Universidad
Autónoma de Madrid, como participante del Campus Científico durante el verano
de 2018.
Parece que
fueron dos semanas realmente inolvidables.
Felicidad, Zaid.
CAMPUS CIENTIFICO DE VERANO 2018
Expresar tantas cosas vividas en una semana es bastante difícil para
mí, pero, me gustaría compartir con todos y toda esta experiencia inolvidable
que viví durante la segunda semana de julio.
Todo comenzó un año atrás cuando mis compañeros Dounia y Nasr fueron al
campus y me contaron lo genial que se lo habían pasado, por lo que me dieron
aún más ganas de ir y participar y así es como comenzó todo.
El primer día fue bastante exhaustivo, ya que tuve que despertar a las
3 de la madrugada para poder tomar el avión desde Tánger y llegar a Madrid,
ciudad donde tenía el campus.
Sin embargo, todo valió la pena ya que durante esta semana hice
muchísimos amigos con los cuales podía contar, la oportunidad de pasear por los
lugares más importantes de Madrid, tener en la UAM (Universidad Autónoma de
Madrid) un proyecto bastante interesante (tratamiento de voz digital) que
consistía en cómo podemos retransmitir nuestra la voz humana de una forma
totalmente digitalizada a partir de aplicaciones y programas, en otras
palabras, una barbaridad ya que normalmente las personas no nos preguntamos
cómo funciona nuestra voz (aparato fonador) , la voz digital, el ‘Siri’ el
‘google voice’… por lo que poder adentrarse en todo este mundo era realmente
interesante y nos mostraba cómo ocurren
los avances científicos, mediante muchísimo trabajo y esfuerzo.
Otro tema que me gustaría abarcar son las veladas, esas preciosas 2
horas al día que teníamos desde las 10 hasta las 12 de la noche en las que,
junto a los monitores, realizábamos juegos bastante interesantes, ya que unían
el aprendizaje con la diversión dándonos y mostrándonos que la ciencia no se
asimila simplemente con aburrimiento,
sino que también hay que disfrutar de ella y aprovecharla, ya que, que hay mejor que divertirse y aprender.
Finalmente, mis últimas palabras van dedicadas a todos los amigos que
he hecho. Deciros que me ha encantado compartir con vosotros cada una de las
risas, los abrazos, las tonterías, las sonrisas, las bromas... Gracias por
regalarme esta experiencia única e irrepetible. Nunca os olvidare, ¡Hasta
pronto!
Aquí voy a colgar un par de fotos que me parecieron interesantes y
representativas.
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