Ocho
excursiones, ocho meses de curso. Parece
que fue ayer que empezábamos el ciclo de salidas a pie para conocer el entorno…
15 personas
y un cánido acudieron a la cita en la rotonda de la Playa de Rmud, el 50% más
que en la excursión de marzo. Y esta
vez, la mayoría de los participantes eran alumnos, cosa que nos encanta. La noche había sido muy lluviosa, y en la
mañana bufaba un fuerte viento. Pero el
día ha sido radiante.
Entre los
participantes en la salida, la simpática familia belga de Erik. No todos hemos sido igual de puntuales, hay profesores muuuuy
calculadores.
El objetivo
de la excursión era acercarnos a la playa de Thala Youssef. Pero no queríamos hacerlo por el camino
típico de la carretera. Así que hemos
tomado un camino alternativo remontando el valle de Khandaq, que ya visitamos en
octubre. Había bastante agua, a causa de
la lluvia de las últimas semanas.
Desde la
fuente del lecho del barranco, hemos remontado cómodamente el desnivel hasta el
final de subida, pasando entre campos de trigo y casas tradicionales. En esta zona, no es difícil encontrar trozos
de metralla de la época del Desembarco de Alhucemas.
La bajada a
la Playa de Thala Youssef sólo se podía hacer por la pista asfaltada. Sobre la arena negra, hemos parado un rato
para almorzar. El “equipo azul” ha
preferido la sombra. No ha habido
valientes que se hayan animado a darse un baño.
Tocaba reemprender
la marcha. Hemos visitado el pequeño
puerto pesquero de Thala Youssef. Junto
al complejo turístico de Chafarinas empieza un sendero muy pronunciado que
lleva a las casas de Idsulien. Poco a
poco, hemos vuelto a ganar altura. En la
tercera foto hay algo que no cuadra: normalmente, los humanos se ayudan de los animales
para desplazarse, y no al contrario.
Pequeño
descanso en plena subida, y el sendero entraba en un ambiente muy
diferente. De repente, nos hemos
encontrado en una selva de huertos y vegetación, con abundante agua. Nos aproximábamos a “la fuente de Youssef”, el manantial impresionante que da nombre a la zona.
Habíamos
llegado a Idsulien, uno de los núcleos que forma Thala Youssef. Hemos cruzado el tranquilo pueblo, llamando
la atención de los curiosos vecinos y vaciando de polos las neveras de las tiendas.
Hemos pasado junto a la escuela, la mezquita y el cementerio. Allí, hemos podido observar las costumbres funerarias del Rif.
Estábamos en
la cabecera del valle de Khandaq, y hemos podido ver por dónde habíamos pasado en la
primera parte de la excursión. El
sendero entre las casas hacia Tighanimine también tenía su interés.
Habíamos
llegado al objetivo de nuestra excursión.
Hacia las 13 horas, ya estábamos en Tighanimine, después de una mañana
de paseo muy agradable. Cada uno ha
escogido su medio de transporte para volver.
A lo largo
del curso, ya hemos hecho 8 excursiones desde Alhucemas, en todas las
direcciones posibles. Para principios de
mayo y finales de junio, tenemos pensado hacer algo diferente. Nos gustaría hacer una salida en el Parque
Nacional, entre Torre y Bades, y acabar el curso con una mañana de convivencia
en la playa de Boussekour. Pero, para
esto, necesitamos concretar el tema del transporte. Os
seguiremos informando.
Nuestro
currículum excursionista del curso:
-
septiembre: “Subida al Monte Palomas”
- octubre: “El
torrente de Khandaq”
- noviembre:
“Por el torrente de Isly, hasta Tighanimine”
- diciembre:
“Paseo por el Morro Nuevo”
- marzo: “Paseo
por los barrios altos de Alhucemas”
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