lunes, 14 de mayo de 2018

Excursión a Torres y Bades


Pues sí, la excursión tantas veces anunciada (desde octubre) se convirtió en realidad este domingo.  Era la que hacía 9 del ciclo de salidas de conocimiento del entorno que empezamos en septiembre. 

Había dos novedades.  La primera, que íbamos a hacer la aproximación hasta Torres de Alcalá en autobús, facilitado por el Ayuntamiento (desde aquí nuestro agradecimiento).  La segunda novedad fue planear la excursión en domingo, en lugar del sábado como había sido habitual durante el curso.  La razón para este cambio era dar la posibilidad de acudir a nuestro alumnado de 4º, que había regresado del viaje de fin de curso a Barcelona en la tarde del sábado.   En el fondo, lo que queríamos era conocer de primera mano las anécdotas y cotilleos del viaje.

No nos defraudó el alumnado de 4º, que era mayoría en el grupo.  En total, 16 alumnos y alumnas, representantes de casi todos los cursos entre 5º de Primaria y 2º de Bachillerato.  Un grupo muy variado de alumnado, completado por 8 adultos entre profesores y amigos del Colegio.  Ah, y Hugo, el cánido colectivizado por la Comunidad Educativa del Jovellanos, que ya empieza a crear leyenda en la ciudad de Alhucemas.



Nos hemos encajado como hemos podido en el bus, cuyos asientos estaban más bien pensados para alumnado de primeros cursos de Primaria que para adolescentes en la última fase del estirón.  Pero esta proximidad física ha propiciado la broma y el buen rollo durante el trayecto de 50 km por el Parque Nacional de Alhucemas.  Nos escoltaba el coche de Siham, donde la delegación oficial iba dando las explicaciones pertinentes en los controles policiales.  La carretera de Torres estaba en obras y hemos tragado algo de polvo al llegar.




Llegada a Torres de Alcalá sin novedad, y hemos empezado a caminar hacia las 11.  El primer tramo de la excursión era de subida fuerte.





Pero pronto hemos ganado altura, y las vistas eran espectaculares.  En primer plano, el pueblo de Torres, con las ruinas de las fortificaciones portuguesas recientemente restauradas.  En el fondo, la playa, un mar azul turquesa y los acantilados de esta zona de la costa. 





El resto del itinerario era una pista muy agradable, más o menos llana.   Se prestaba a la conversación distendida en pequeños grupos.


Poco a poco, nos hemos aproximado a Bades.  Lo primero que aparecía era el peñón de Vélez de la Gomera, con sus instalaciones militares.  Foto de postal.





Bajada pronunciada a la preciosa playa de Bades.  Estaba muy animada, pues había grupos de otros colegios.  El mar atraía, pero el grupo ha decidido que la prioridad era comer.  Lo primero es lo primero.








Y llegó el momento del chapuzón.  Hemos disfrutado un buen rato en el agua.  Algún alumno parecía más cómodo dentro que fuera.  Otro se había sumergido con el impreso de permiso familiar para participar en la excursión (símbolo de la poca seriedad que tiene nuestro alumnado con el papeleo y los trámites…).







Pero todo lo bueno se acaba, y era hora de volver.  Hemos recogido el campamento, hemos comprado chucherías en la única tienda del pueblo, y hemos afrontado la subida pronunciada con el mejor humor.




Había que deshacer el camino.  El sol pegaba fuerte, y nos hemos protegido como hemos podido. Fijaos en la última imagen: ¿son dos excursionistas en pleno esfuerzo o dos turistas “fashion” paseando por la Rambla de Barcelona?






Bajada hasta Torres, y la excursión había acabado.  Rassemblement général.  Eran pasadas las 3, y había que volver a Alhucemas antes de que empezaran las sevillanas.  Contentos por los momentos  compartidos, nos hemos vuelto a encajar en el bus, para compartir más juntos si cabe los últimos minutos de la excursión.  Hemos llegado sin novedad a Alhucemas pasadas las 5.

Para la última excursión del ciclo, el sábado 23 de junio, hemos pensado hacer algo diferente.  Ya habrán acabado las clases, y nos gustaría hacer una jornada de convivencia en la playa.  Una vez descartada la idea de ir a Boussekour (parece que este año no hay intención de abrir la playa), pensamos que un buen lugar sería la de Thala Youssef.  La idea sería encontrarnos en la playa durante la mañana, y pasar allí el día bañándonos, jugando, cantando, comiendo…  Sin horarios, sin permisos, y simplemente con la intención de celebrar justos, de manera relajada, el fin del curso.  Nos encantaría que acudiera alumnado, profesorado, y muchas familias. Cada cual de la manera que quiera, por sus medios.  Como dice la canción, nos encontraremos en Thala Youssef “caminando, en bicicleta o autostop”.    

Os lo confirmaremos cuando se acerque la fecha.  ¡Hasta entonces!




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