El 12 de junio empezó un
nuevo desafío y una nueva aventura para nuestro bibliotecario Yassin
Errahmouni, fue invitado por la Universidad de Soka en Tokyo Japón para
impartir una charla sobre la identidad amazigh.
Os dejamos con la
experiencia de Yassin contada por él.
Es mi turno de contarles
sobre mi experiencia en un bello país que combina la tradición con la
innovación en su día a día. Aquí escrita la historia de mí viaje a Japón.
Desde hace años tuve como
meta viajar algún día a Japón. Hoy puedo sonreír y suspirar sabiendo que lo
logré. Mi travesía incluyo las ciudades de Tokio, Yokohama, Kioto, Nara, Osaka,
Hiroshima y Miyajima. En ese preciso orden viajé por Japón, abordando trenes,
líneas de metro, autobús, ferris y tren bala, algo simple como el transporte
público se convirtió en una aventura.
De ahí mi primera
experiencia en Tokio, usar un medio de transporte nunca fue un reto tan grande
como lo fue en Japón para mi, te explicaré porqué, imagina que quieres viajar
del aeropuerto de Narita a la Universidad de Soka situada en Hahioji por lo
cual tienes que tomar tres trenes y un autobús, los precios son altos en
comparación con Europa, pero yo tuve la suerte de tener el JR Pass (El Japan
Rail Pass es un billete multi-uso con descuento válido para viajeros en todos
los trenes nacionales JR en Japón, incluyendo los trenes bala Shinkansen y el
Narita Express) que me compré en Casablanca Marruecos y lo activé en
Shin-Yokohama.
Llegando a la Universidad me
sentí bien tratado y cuidado desde el mínimo detalle, me alojaron en un Guest
House que me fascinó, mi estancia durante dos noches ahí quedó corta por la
sensación de relax y paz interior que se siente en este tipo de alojamientos.
Llegó el momento de impartir
mi charla delante de muchos estudiantes japoneses, todo bien preparado y
organizado para que así fuera, con la ayuda del catedrático Ishihara Tadayoshi
interpretando mi intervención del español al japonés todo resultó fluido y
conectado. Durante dos horas tuvimos la oportunidad de intercambiar mucho
conocimiento acerca de la identidad amazigh (bereber). La experiencia
simplemente ha sido fructífera y enriquecedora para mi persona.
Como seguramente lo sabrás,
los japoneses tienen otro tipo de escritura; el uso de kanji, y eso está fuera
de mi dominio y mis habilidades. Sin embargo eso no me detuvo para disfrutar de
mi estancia. Saber inglés me salvó, pero debo confesar que el inglés no es
suficiente para poder hacer todo sin problemas en Japón. El idioma fue el
primer lugar en mi lista de las dificultades que podría tener en mi viaje, por
lo cual una vez estando allá mentalmente estaba preparado a diferencia del
shock cultural que me esperaba y que ignoraba.
Había escuchado que en Japón
las personas son muy educadas y limpias, pero aún así mi imaginación se quedó
corta a comparación de la realidad.
Siguiendo con mi estancia en
Tokio, me sorprendió por lo bien organizada y limpia que es a pesar de la
densidad demográfica que tiene, así como su extensión geográfica. Tokio es sin
duda, una ciudad sorprendente. Letreros luminosos gigantes, tiendas enormes,
rascacielos, ríos de gente, máquinas que te hablan (por supuesto en japonés),
gente anunciando los menús de un restaurante o alguna promoción de alguna
tienda departamental, eso es Tokio.
Los restaurantes tienen en
su mayoría al lado de la entrada ya sea fotos de los platillos que preparan o
figuras de plástico de los platillos. Al entrar a un restaurante todo el
personal te saluda y te agradece por tu visita, la primera vez me sorprendió e
incluso podría decir que me espanté un poco. Lo mismo sucede cuando te levantas
y sales del local, te hacen sentir bienvenido y apreciado.
El mejor sushi, que comí en
el país lo encontré en Tokio. Nunca subestimes la comida tradicional de cualquier
lugar, te puedes llevar una grata sorpresa. Japón cuenta con una gastronomía
muy amplia y bien desarrollada.
Tokio es la casa de la
modernidad y locura, desde restaurantes con robots hasta tiendas de ropa poco
convencional, todo lo encuentras ahí. También templos y festivales
tradicionales de hace cientos de años siguen llenos de vida.
La ciudad que más me gustó
del viaje debido a su parecido con Tokio pero sin llegar a ser tan abrumadora
por el número de habitantes fue Kioto. Kioto es una ciudad de silencios y
penumbras, Kioto es una de las ciudades más bellas de Japón, declarada
Patrimonio de la Humanidad por sus templos y palacios de cientos de años de
antigüedad.
Antes de visitar Kioto, tuve
la suerte de pasar un día entero en Yokohama, dónde me mojé de los pies a la
cabeza debido a las fuertes lluvias que me sorprendieron al llegar a la ciudad,
sin embargo no podré olvidar la ayuda que me brindaron Mia y Spica para salir
de algunos apuros, ya que estaba totalmente desconectado sin batería, powerbank
sin funcionar y el cable del Iphone también estaba roto. Cuando apareció Mia
preguntándome en ingles si necesito ayuda estando en un café, luego todo se
solucionó y tuvimos aún tiempo de sobra para ir a un restaurante filipino, a un
Karaoke y también disfrutar de las vistas de Yokohama por la noche.
A continuación visité Nara,
es una de las ciudades más populares de la región de Kansai. Fue, además,
antigua capital de Japón durante la corte Yamato. Y por su localización,
resulta perfecta para una excursión de un día desde Kioto u Osaka.
Al igual que Kioto, Nara
todavía conserva el espíritu del Japón tradicional en muchas de sus calles y
construcciones, por lo que es visita casi obligada en tu viaje a Japón.
Nara también me fascinó al
igual que Kioto, si tengo que quedarme con dos ciudades durante mi viaje a
Japón me quedaría con NARA y KIOTO.
Después de haber disfrutado
los templos y los parques de Nara, he tomado rumbo a Osaka, la tercera ciudad
más grande de Japón (por detrás de Tokio y Yokohama) y la principal de la
región de Kansai, así como uno de los puertos y centros industriales más
importantes del país, por lo que merece la pena visitarla para disfrutar de su
gente (mucho más directa y ruidosa que la de otros pueblos y ciudades de Japón)
y de su comida, y darnos cuenta de cuán diferente es del resto de ciudades
japonesas.
Y para terminar ese viaje
tan memorable, decidí tomar el tren a Hiroshima, es tristemente conocida por
ser la ciudad dónde cayó la bomba atómica el 6 de agosto de 1945, la primera de
las que se lanzaron contra objetivos japoneses.
Los ciudadanos de Hiroshima
están marcados por una fecha, el 6 de agosto de 1945. Ese fatídico día,
murieron unas 80.000 personas y, prácticamente, el 80% de los edificios de la
ciudad fueron arrasados. Ese fue el devastador resultado de la bomba atómica
Little Boy.
Pero hoy en día, Hiroshima
ha resurgido de entre sus cenizas y es una ciudad llena de vida, llegando a ser
la principal ciudad de la región de Chugoku. Es como morir y empezar a nacer el
mismo día…
Con el paso de los años, se
reconstruyeron algunos de los edificios históricos de la ciudad como el
castillo de Hiroshima y los jardines Shukkeien. Además, se creó un gran Parque
Conmemorativo de la Paz, que alberga un museo y varios monumentos en recuerdo a
las víctimas de ese horrible día.
Desde el centro de
Hiroshima, cogí el tranvía hasta el puerto de Miyajimaguchi, de donde parte el
ferri. Desde aquí, utilicé el JR Pass para viajar en el barco que tarda apenas
10 minutos en llegar a la isla de Miyajima.
Miyajima quiere decir “la
isla santuario” y es que esta pequeña isla es, desde tiempos antiguos, un lugar
sagrado y de culto donde los dioses pensaron vivir en armonía con los mortales.
También llamada Itsukushima,
Miyajima es un lugar de densa vegetación boscosa que desprende paz, belleza y
tranquilidad. Su población es escasa y es hogar de ciervos y monos salvajes. El
santuario Itsukushima y su puerta Torii han sido declarados Patrimonio de la
Humanidad por la UNESCO y son considerados como una de las Tres Vistas
representativas de Japón desde 1643.
Ahora permíteme que le
cuente algunas razones que muestran porqué Japón es el país más avanzado del
mundo:
Es bien sabido que los
japoneses están como más avanzados que nosotros en cuanto a tecnología y a la
cultura que tienen sus habitantes. Aparte es de aplaudir que a pesar de ser uno
de los países con más sobre población ellos saben cómo mantener el orden y no
perder sus antiguas tradiciones.
En pocas palabras Japón es
un país maravillosamente sorprendente, el cual quienes han tenido la
oportunidad de visitarlo desde que pones un pie en tierra se respira un
ambiente totalmente diferente, la calidez de sus habitantes te transmiten
sensaciones que nunca antes habías sentido y su tecnología pareciera que es de
otro mundo.
Es por todo esto que en
Japón solo podemos encontrar estas cosas que ningún otro país puede tenerlas,
ya que son inventos de ellos:
- Tiene los mejores trenes
bala de todo el mundo: Los cuales pueden llegar a alcanzar velocidades de hasta
250 km/h.
- Existen puestos de
verduras en los cuales tú te atiendes solo: Estos son muy comunes en las zonas
rurales. Es tanto el respeto y la honestidad que existe en este país que
simplemente no hay necesidad de que alguien despache y cobre por la mercancía,
simplemente las personas toman lo que quieren y pagan lo justo gracias a que
los precios están anotados en ellos.
- Cuentan ya con taxis del
futuro: Estos abren sus puertas automáticamente a los pasajeros.
- Tienen los baños más
inteligentes y avanzados de todo el mundo: Los cuales te pueden lavar con un
chorro de agua que sale de ellos hasta el lugar más inhóspito de tu ser.
- Pequeños pero grandes
estacionamientos: Los cuales son capaces de albergar miles de autos
acomodándolos como si fueran piezas del Tetris.
- Japón es muy seguro: Japón
es el único sitio del mundo en el que si me dejo la cartera y la cámara de
fotos sobre la mesa de un restaurante, junto con mi mochila y todas mis cosas y
voy al aseo, tendré la seguridad de que al volver todo seguirá allí. También es
el único sitio que conozco en el que las ciudades no tienen prácticamente
barrios chungos o zonas peligrosas a las que no debe ir un turista.
- Apenas hay papeleras
- Los japoneses son realmente educados
- En Japón ya no se puede fumar en lugares
públicos
- Reglas de etiqueta para hablar por teléfono:
Los japoneses son muy respetuosos con los demás ciudadanos por lo que no
está bien visto que alguien hable por
teléfono en espacios públicos donde esté rodeado de más personas. De hecho, hay
muchas indicaciones y señales que advierten que ponga su teléfono en silencio o
lo mantenga apagado.
- Líneas amarillas en las
calles están diseñadas para guiar a los ciudadanos con discapacidades visuales
- En Japón, hay un hotel
atendido completamente por robots
- En Japón, existe el
aparcamiento subterráneo para bicicletas
- Japón introdujo un hermoso
cementerio de alta tecnología para ahorrar espacio
Etc.
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