El pasado día 23 de mayo, el curso de 2º de ESO realizó una excursión a
Cala Iris como parte de su recompensa por haber ganado el premio al “Mejor Mural
Colectivo” en el concurso de Violencia de Género. Sus profesoras Dña. Marisa Martínez
Carrión y Dña. Marta Casado Moreno, fueron sus acompañantes.
No pudimos haber tenido un tiempo mejor; soleado pero no bochornoso. Al
bajarnos del autobús, descubrimos la bonita playa, de aguas transparentes y
arena clara, con sombras para descansar y a la que no faltaba ni un peñón en
uno de sus extremos ni una preciosa isla
cubierta de vegetación al frente. ¿Qué más podíamos pedir?
El día transcurrió apaciblemente, entre juegos con los materiales de
educación física y zambullidas en las olas, aunque también estuvimos estudiando casi sin darnos cuenta.
Nuestros dos
proyectos fueron:
1.-Celebrar el Día Internacional del Reciclaje, para lo que
confeccionamos carteles que luego pegamos en las bolsas que utilizamos para
clasificar nuestros desperdicios al recoger. Separamos la materia orgánica (bolsa
gris) de los bricks ,latas y plástico(bolsa amarilla), y el vidrio (bolsa
verde) del papel(bolsa azul).Es una pena que nuestra actividad tan sólo fuera
simbólica, pues no había infraestructuras para depositar nuestras bolsas y que
estos desechos fueran tratados.
2.-Estudiar la flora y fauna de una zona litoral y describir los posibles
impactos ambientales.
Cala Iris está situada tan sólo a 60 km de Alhucemas, enmarcada en la
región de los Bokkoyas del Parque Nacional de Alhucemas y cercana al pueblo de
Torres.
Es una playa somera y tranquila, de aguas calientes y sometida a degradación por acción humana. Está rodeada
de un antiguo camping, unos chiringuitos
y de un pueblecito pesquero con su puerto de pescadores. Además hay
bateas cercanas dedicadas al cultivo del mejillón.
Las principales amenazas para el entorno son la construcción de un
complejo turístico enorme en Cala Iris, denominado “Cala Iris Resort” y de un nuevo puerto, del que observamos los
bloques para su malecón, depositados en los solares aledaños. Asimismo es
triste observar numerosos residuos plásticos abandonados por los bañistas.
La fauna es muy abundante, y paseando cerca de la orilla, entre las
piedras que deja visibles la marea baja, encontramos un mejillón mediterráneo (Mytilus galloprovincialis ), caracoles, como
trompos del género Calliosoma y torrecillas. Una
oreja de mar (Haliotis tuberculata), numerosas
anémonas comunes u ortiguillas (Anemona sulcata), erizos de mar (Parocentrus lividus), Bellotas de mar -del género Balanus-,
pegadas a las rocas ,y cangrejos ermitaños, de la familia de los Paguroideos. Estos pequeños
cangrejitos pueden vivir de 30 a 70 años en casas ajenas.
Para nuestra alegría y tranquilidad, tan sólo avistamos una o dos
medusas comunes (Aurelia aurita).
Entre las
algas encontramos muchísimos ejemplares de Padina
Pavónica, con formas de abanicos, y
de otra alga (Chaetomorpha linum), de
la que al principio no sabíamos lo que era, pues parecían restos de tejido
abandonados. Realmente acertaron los que
las bautizaron como algas espaghetti o
estropajo, que resulta ser su nombre común. Esta alga es indicativa de un
exceso de nitratos en las aguas y de eutrofización, lo que quiere decir que hay
demasiada materia orgánica de vertidos urbanos y podría suponer una plaga y
amenazar a otras especies por su rápida reproducción, como sucede en la región
del Mar Menor.
Anemona sulcata , anémona común u ortiguilla
Aurelia aurita o medusa común
Haliotis tuberculata u oreja de mar
Mejillón (Mytilus galloprovincialis)
Padina Pavónica (alga)
Paguroideo o cangrejo ermitaño 2
Paguroideo o cangrejo ermitaño 2
Paguroideo o cangrejo ermitaño 3
Parocentrus lividus o erizo de mar
roca con crustáceos del género Balanus (bellotas de mar)
Un animal (la anémona)entre las algas-Chaetomorpha linum arriba, Padina Pavónica a la izquierda y Anemona sulcata a la derecha
La flora terrestre
incluye numerosas chumberas, eucaliptos y pináceas.
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