Desde
muy pequeña te conocí,
compartías conmigo mañanas y sobremesas.
Te descubrí en mis vivencias y lecturas,
en mis tebeos, mis obras, y en mis revistas.
Supiste transmitirme, toda su alegría e
inocencia,
sin olvidar algunos sueños, y ciertas
travesuras.
Todo lo que había en tí, me atraía,
tu alfabeto, tu léxico, y también tu gramática.
Saboreé entre tus frases, la dulce elocuencia,
la candidez de tu alma, y tu hermosa silueta,
la tolerancia de tus ideas, y tu bella retórica.
la elegancia de tus líneas, y tu profunda
delicadeza.
Pintaste de rosa mis días, y mis noches de
esperanza,
haciéndome sentir lo más bonito de la
existencia.
Te alzabas en mis primeras y ruborizadas estrofas,
Sacando a la luz, sentimientos, y confidencias.
Por mi mente, te paseabas, y mis reflexiones
deliberabas,
aceptando diferencias, y rechazando
intolerancias.
Soy como aquel capitán, que jamás te abandonaría,
sin remos, ni timón, y con destino a la deriva.
Estos, y otros recuerdos conservo de ti, Ñ querida.
Ahora pasados los años, lo confieso, y sin miedo
a nada.
Eres, y serás para mí, mi mejor e íntima amiga,
compañera.
Souria
Moaouin
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